La ciencia necesita de investigadores creativos. Sin originalidad, la mayor parte de los descubrimientos científicos no existirían. Cuando alguien me pregunta cómo puede ser más creativo siempre le respondo que lo principal es realizar una correcta gestión de las ideas. De hecho, cuando echamos la vista atrás y nos fijamos en los grandes científicos ¿A cuántos no vemos con su cuaderno en mano? Parte de sus logros vienen de ahí, sabían gestionar correctamente su originalidad e inteligencia. En este artículo, aunque no pretendo igualarte a ellos, descubrirás como el simple hecho de anotar tus ideas puede suponer una drástica mejora para tu creatividad científica y te enseñaré el método que yo utilizo para capturarlas cuando surgen.
La creatividad y su gestión
Todos tenemos ideas originales constantemente. Muchas personas, sin embargo, piensan que no son creativas aunque lo cierto es que si lo son. Esta claro que existen diferencias biológicas que hacen que determinadas personas tengan mayor facilidad para producirlas pero no toda nuestra creatividad se debe a ellas.
La capacidad creativa evoluciona a la par que la persona; si estás en un contexto rico en estímulos en el que se valora la creatividad y se facilita la exploración acabarás teniendo mayor capacidad que una persona con una predisposición biológica superior pero sin ese entorno. De la misma forma, las limitaciones percibidas vienen dadas por los pensamientos que nos vamos formando desde que somos pequeños. ¿Cuántos niños conoces que no sean creativos? A veces un simple palo -como el del anuncio- , o una caja de cartón es mejor juguete que cualquier prefabricado. El desarrollo te va marcando cicatrices en tu creatividad, tus limitaciones impiden que seas creativo y la percepción de tu falta de originalidad crea cada vez más barreras. Un ciclo imparable en contra de la innovación.
Hablemos claramente, eres potencialmente creativo pero tu capacidad para hacerlo está atrofiada. Tienes que desempolvar ese cajón de tu desván aprendiendo, en primer lugar, a gestionar tus ideas presentes y cómo trabajar en ellas. Las ideas no son ni buenas ni malas, ni originales ni corrientes cuando surgen pues no tienen atributos cualitativos, lo son cuando las comparamos con otras y dejamos que nuestras emociones se proyecten como una característica intrínseca a ellas. Por ello, deberías saber que en cuanto a ideas se refiere es importante no juzgar. No debes juzgarte a ti, ni a tus ideas ni a los demás pues todo ello repercutirá en tus habilidades creativas. Gracias a esto verás como tu originalidad asciende progresivamente hasta alcanzar su máximo potencial.
Anota tus ideas
¿Te has preguntado alguna vez que tienen en común los grandes científicos? Einstein, Tesla, Darwin, Da Vinci… Eran personas poco comunes para su época que destacaban por su capacidad para crear y observar el mundo desde perspectivas inusuales. No sólo su capacidad innata les permitió alcanzar sus metas, también lo hizo la correcta administración de sus ideas. Todos ellos apuntaban sus pensamientos en un cuaderno que desarrollaban y modificaban a medida que progresaban sus investigaciones. No eran cuadernos de laboratorio con una estructura «rígida» y racional, eran pequeñas agendas donde incluso sus emociones afloraban. Pero, ¿Por qué anotar las ideas?
Tenemos tres tipos de memoria: Sensorial, a corto plazo y largo plazo. La memoria a corto plazo, también conocida como memoria operativa o de trabajo, se encarga codificar, almacenar y recuperar la información. La usamos constantemente; desgraciadamente su capacidad es limitada. Por un lado, apuntar tus ideas permitiría evitar el olvido -la nueva información podría interferir en la fijación de las ideas en la memoria a largo plazo- y por otro, si logras que la memoria operativa se libere de trabajo, podrías destinar más recursos mentales a la combinación y creación de conexiones entre conceptos.
Sabiendo esto queda claro que apuntar tus ideas tiene más ventajas que desventajas. Personalmente no entiendo la ciencia sin creatividad. Muchos científicos hacen caso omiso a este tema pero realmente gran parte de su trabajo depende de esta habilidad. En NeoScientia me preocupo de que te desarrolles como el científico ideal y por ello, a lo largo de futuros artículos, te mostraré las técnicas que te permitirán incrementar de forma notable tu capacidad para innovar.
Crea tu almacén de ideas y mejora tu creatividad científica
Hasta hace 2 años aproximadamente no apuntaba ninguna de mis ideas. Las que podía las hacía; el resto las dejaba pasar. Fue entonces cuando me inicié en el tema de la productividad personal y empecé a investigar sobre métodos cómo GTD, Autofocus o Final Versión entre otros. En todos estos programas uno de sus principios era: «Anota siempre tus ideas». Algunas de las razones que daban te las he comentado en el anterior apartado. La verdad es que funcionó, mi creatividad aumentó considerablemente -o por lo menos yo lo percibo así. A partir de entonces, comencé a habituarme a apuntar todas las tareas e ideas originales que algún día me gustaría llevar a cabo. De no ser por eso quizás no hubiese comenzado este blog.
En la red puedes encontrar multitud de formas para procesar tus ideas. A pesar de esto, he decidido crear este apartado para explicarte como archivo yo las mías y darte algunas ideas sobre cómo tu también podrías hacerlo.
Para mí gusto un sistema de recopilación de ideas debe ser inmediato, accesible y a ser posible sincronizable de forma electrónica. Por esta razón, mi herramienta principal de productividad y creatividad se trata de Wunderlist. Una aplicación de gestión de listas de tareas disponible para todos los sistemas operativos de ordenador y móviles del mercado y con sincronización inmediata. Toda idea original o tarea pendiente que tenga irá a parar a la bandeja de entrada de esta aplicación.
No te resultará raro que te diga esto pero no siempre se dispone de un movil u ordenador para capturar. Las ideas originales surgen, por lo general, en contextos donde la mente esta abstraída del entorno; con frecuencia en lugares inoportunos: la ducha, el coche, la calle… En lo personal, en muchas ocasiones me fue imposible anotar la idea que surgía en estas situaciones, ¿Sabes que ocurría? Se me olvidaba.
Para evitar esto último, existen otros dos sistemas de captura que te comento a continuación. Uno de ellos ya lo he implementado, el otro lo tengo pendiente pero en proyecto -Se que pueden ser un poco freaks pero lo importante es que cumplan su cometido.
El primero de ellos es una grabadora. No una gran grabadora cualquiera, sino una tipo Clip que se coloca en el cuello del jersey o camiseta. La compré por Ebay por un precio aproximado de 10€ y me permite almacenar mis ideas en situaciones en las que mis manos están ocupadas. Das a un simple botón y listo, grabando.
El segundo de los cachivaches aún no lo he probado aunque no descarto hacerlo en un futuro. Se trata de una libreta resistente al agua, ideal para los momentos de inspiración bajo la ducha. Me parece un poco exagerado pero si tu has probado esta experiencia me encantaría que la comentases más abajo.
¿Qué hacer tras anotar tus ideas?
Ya has apuntado tus creaciones, da igual que sea con lápiz y papel -que por cierto, es otro método ideal de captura-, lo importante es cumplir con el primer paso. Tras esto, quedan todavía dos fases antes de pasar al desarrollo de la idea. Esta última la veremos en un próximo post.
Las dos fases de las que te hablo están íntimamente relacionadas y son: Procesar y Catalogar. Cuando procesamos una idea -ojo, que no una tarea- hemos de dejarnos llevar por el primer impulso. Si se te ha ocurrido y te ha ilusionado en un primer momento catalógala sin dudar. ¿Por qué? Cómo te decía al principio, muchas veces empezamos a juzgar esa idea antes de haberla desarrollado sobre papel y nuestros pensamientos las rechazan cuando aún tienen posibilidad de salir adelante. Cuando se trata de ideas por lo general lo clasifico todo, cuando se trata de tareas hago lo contrario. Si una tarea es prescindible a la basura.
En cuanto a la categorización a mi me gusta hacerla por temáticas. Por ejemplo, yo tengo una lista para cosas que me gustaría hacer al menos una vez en la vida, otra para ideas sobre investigaciones, para posibles ideas empresariales… Busca la forma en que mejor se adapte a tu forma de ser pero clasifica. De otra forma, será un caos.
¿Hablamos?
En este artículo hemos visto cómo el primer paso para convertirte en un científico altamente creativo es gestionar adecuadamente tus ideas. Este post está basado sobre todo en mi experiencia personal; siempre me he considerado una persona bastante creativa, de hecho, la mayoría de mis hobbies tienen siempre algún componente de este tipo. Tras comenzar a realizar el proceso de captura te puedo asegurar que mi mente está mucho más relajada y activa para crear y me he convertido en una persona más original. Ahora sólo te queda probar a ti y comentarme si a ti también te ha funcionado. Me gustaría que si te ha gustado el artículo decidas suscribirte a NeoScientia en el formulario de más abajo. Recibirás contenidos exclusivos en tu email y los nuevos artículos de la semana. Por otro lado, es posible que pronto lance un curso exclusivo para suscriptores y que tu tendrás la posibilidad de elegir. ¿Te lo vas a perder?
[…] no fueron creadas para tal fin— simplifican el proceso de registro en un estudio científico. Pedro Margolles recomienda usar, por ejemplo, […]